
Dentro de la formación es necesario que nos vayamos formando en la búsqueda de la verdad, recordemos que la verdad nos hace libres (Cfr. San Juan 8,32) y la libertad nos capacita para amar y amando nos es más fácil entregarnos. La vocación cristiana a la santidad requiere lo anterior, pero de modo principal y con mayor razón, lo necesita vivir aun más el sacerdote. Pues en la vida no vivimos para hacer lo que creemos que debemos hacer sino lo que debemos hacer porque conviene hacerlo, ya que Dios así lo ha dispuesto y el sacerdote debe testimoniar...